He sido una ávida bebedora de té desde que era adolescente, y mi interés por el bienestar despegó realmente cuando me diagnosticaron rosácea. Empecé a buscar soluciones naturales para calmar mi piel, y fue entonces cuando descubrí el té matcha. Mi pasión por esta bebida está profundamente arraigada en sus numerosos beneficios, en particular sus propiedades antiinflamatorias, que lo convierten en un valioso aliado en la lucha contra las dolencias cutáneas. Fue durante un viaje a Asia con mi pareja cuando nació la idea de crear una marca de té matcha.
Al crear Oishi Matcha, quise compartir con ustedes este ritual que tanto me gusta, combinando el placer de la degustación con el cuidado de uno mismo, y celebrando al mismo tiempo las virtudes naturales de esta bebida milenaria.
Disfrute de su degustación,
Anne-Sophie